Las tecnologías tradicionales de tratamientos térmicos trabajan solo en 2 dimensiones. Las dimensiones temperatura y tiempo son necesarias, pero no son suficientes para conservar y garantizar las cualidades intrínsecas de los productos.
De esta forma, Steripure ha innovado introduciendo en el proceso de desbacterización una tercera dimensión: la presión (positiva o negativa). La experiencia en la gestión simultánea de la temperatura, del tiempo y de la presión es la fuerza del procedimiento Steripure. El perfecto dominio de estos tres elementos clave asegura una eficacia muy superior a las soluciones clásicas de pasteurización.
De esta forma, el control de la presión en la cámara de pasteurización garantiza, para una temperatura dada, un vapor perfecto, ni húmedo, ni seco. En efecto, un vapor seco no es eficaz para disminuir la carga bacteriana y un vapor húmedo altera las características del producto.
El vapor saturado contiene 5 veces más energía, entalpía, que el agua o el aire seco a la misma temperatura.
Así, por ejemplo, el agua hirviendo a 100 °C no contiene más entalpía que el aire caliente a 100 °C, es decir, 417 a 421 k julios. En cambio, si se evapora el agua en vapor, todavía a 100°C, contiene 2257 julios, es decir, 5 veces más energía de la que desprende cuando se condensa en la superficie del producto.
A 121°C se tarda 15 minutos en esterilizar completamente un producto con vapor saturado, mientras que a la misma temperatura de aire seco se tardan 600 minutos.
Steripure cuenta con dos sistemas: estático y rotativo. Ambos trabajan sobre un principio de inyección de vapor saturado para controlar las 3 dimensiones. Estos 2 sistema permiten a Steripure trabajar una gran variedad de productos.
El equipo estático se elaboró desde 2012. Y la profesión reconoce de inmediato la innovación (ProcessAlimentaire-Mayo de 2012). Este proceso permite tratar productos en pedazos o frágiles. Nueces, pistachos, almendras, macadamias, piñones, canelas (etc…) conservan así todas sus cualidades organolépticas. Vea un vídeo sobre esta tecnología.
El equipo rotativo se desarrolló en 2020. Desde su puesta en producción, esta técnica ha permitido tratar con eficacia nuevas familias de productos como los granos o los polvos. Ya sésamo, lino, pimientas rosas, polvo de cacao, chía, cúrcuma, liquen, comino no tienen secretos para los equipos de Steripure. Como para el proceso estático, este equipo garantiza la limpieza de sus productos y la conservación de sus calidades organolépticas.
Contando con sus dos tipos de equipos y sus 2 líneas de producción para cada una de ellas, Steripure dispone de una doble ventaja: